En esta ocasión, les cuento lo que me pasó hace años en un servicio de mantenimiento preventivo de computadoras hecho a una pequeña empresa de labor social… Lo que pasa cuando no hablas claro, cuando te guías por lo que te dice el cliente y no haces una cotización basada en lo que realmente ves. Experiencia de hace unos años, cuando aun se usaban los CD y DVD’s, para que hagas el calculo 🤭…
Aceptando prestar el servicio de mantenimiento preventivo de computadoras
La verdad no quería ir a prestar ese servicio, pero la persona que me recomendó para ese mantenimiento, me insistió tanto que terminé aceptando. No quería ir principalmente porque era muy lejos, además tenía que cargar con la sopladora, el maletín lleno de elementos para hacer limpieza, un disco duro para backups, etc… otro motivo era porque es una zona que poco me gusta visitar. No tenía nada en contra de la zona, pero no me desenvolvía bien por allá y aun sigo sin hacerlo.
La cuestión es que fui hasta el lugar, miré los equipos, hablé con la persona encargada y comencé a trabajar. Todo iba bien, sin inconvenientes… hasta que llegó el equipo del problema.

El problema que no supe solucionar
Si bien, tenía un poco más de experiencia haciendo la limpieza o mantenimiento preventivo, lo hacía más rápido y mejor…pero desafortunadamente mis habilidades comunicativas no habían mejorado y aun me faltaba desenvolverme en ese aspecto.
No hablé claro con respecto a las condiciones de mi servicio y de lo que incluía. No hable claro porque supuse cosas que después estarían en mi contra…
En total eran 4 equipos de escritorio y un portátil, la verdad no me acuerdo. De los equipos de mesa se habían llevado uno que para ser reparado por uno de los integrantes de la empresa. Ese detalle lo pasé por alto.
Los demás equipos de escritorio estaban en buenas condiciones y el portátil tenía ciertos detalles en la carcasa y teclado que me tomó algo de tiempo arreglar por lo que me demoré un día haciendo el trabajo.
La máquina que estaba fallando la habían devuelto en el momento en que me fui a almorzar, por lo que no hablé con quien se la había llevado…cuando volví, la máquina estaba allí y no fue mucha la información que recibí del funcionamiento de la misma, por lo que me permitieron traerla a mi casa para poder diagnosticarla.

Me quedé hasta tarde intentando que la máquina fallara pero no pasó, no encontré falla alguna ni en disco duro ni en procesador ni RAM ni tarjeta principal… nada. Al día siguiente, tuve la máquina viendo películas, videos y demás y nada, todo funcionaba bien. Como me dieron que la necesitaban rápido, pues me fui a devolverla en horas de la tarde.
Comenté que no me había presentado fallas, llegué, la coloqué en su lugar y la falla nada que se presentaba 😟… No aclaré ni dije nada al respecto y me dispuse a cobrar lo que ya había echo: hacer la limpieza de equipos. Fue muy poco el tiempo que tuve con la máquina para ver y saber lo que estaba sucediendo.
El desprestigio y malas referencias
En un principio antes de comenzar el trabajo, me pidieron mi RUT y fotocopia de la cédula (no recuerdo que otro papel) que porque era una empresa de la alcaldía o algo público y necesitaban esos documentos.
Cuando estaba haciendo el trabajo y hablando con la gente, me decían cosas de la persona que estuvo antes haciendo lo mismo, de lo mal que se portó y hasta del robo que les hizo… cosas con las que no estoy de acuerdo pero me limité a escuchar y tratar de ser imparcial y de cierta manera “defender” la profesión.
Desafortunadamente, mi paso por ese lugar tuvo la misma suerte que mi antecesor, pues al cobrar mis servicios y no dejar en claro que el equipo que presentaba fallas no le haría el reparo porque otra persona ya lo había abierto y que no me responsabilizaba de ello… las malas referencias no se hicieron esperar y hasta de robar también me habrían acusado 😢…

Días después me llamó la persona encargada a decirme que había hecho mal las cosas, que la falla del equipo seguía, que otra persona lo había visto y les había cobrado bastante dinero por cambiar la fuente de poder… que le devolviera el dinero.
En este momento todo lo que me dijo no lo recuerdo, pero si recuerdo la sensación…me sentí muy mal y no tuve palabras para defenderme, para decir algo… solo escuché como disimuladamente me tildaba de robarles el dinero porque ese equipo no había quedado arreglado…
Momentos después logré salir de la “crisis de ansiedad” que provoco las cosas que me dijo… se le llamó para que por favor me mandara copia del RUT de quien había hecho el cambio de la fuente y la factura de compra para devolver el dinero que supuestamente les “robé” (Necesitaba verificar que fuera cierto)… cosa que nunca sucedió. Nunca mandaron la copia de la factura de compra de la fuente y mucho menos del RUT de la persona que hizo dicho cambio.
7 Consejos o recomendaciones para que no te pase lo mismo
🧐 De cada experiencia se aprende, sean buenas o malas y aquí dejo algunos consejos o recomendaciones para evitar que pases un mal momento:
1. Mira bien que es lo que va a hacer. Sea que también hagas mantenimientos de computadoras o trabajes como diseñadora web, programador, etc. Haga una cotización que tu seas quien observe que es lo que hay que hacer y no que el cliente te diga que es.
2. Recuerda que el cliente tiende a minimizar las cosas y ocultar información. Generalizo esta parte para evitar sorpresas, pero vale la pena aclarar que todos los clientes NO son iguales y hay personas que son conscientes de que se les presta un servicio.
3. Se prudente cuando te comiencen a hablar mal de la persona que hizo anteriormente el trabajo que realizas en el momento. Recuerda que puedes ser tu de quien hablen más adelante y en los mismos términos.

4. Habla claro desde el principio. Qué incluye tu servicio y que no. Lo que pasaría si el cliente incumple o hace algo que afecte la prestación de tu servicio ya sea parcial o completo.
5. No trabajes sobre supuestos. Si no tienes seguridad en algo, pregúntele al cliente o se claro en lo que observas si se sale de lo anteriormente hablado. Es mejor tener las cosas claras que andar haciendo cosas que luego no son.
6. Si hay otra persona haciendo cosas por las cuales te han contratado, deja claro desde y hasta donde es tu responsabilidad. Recuerda que hay personas que se “lavan las manos” culpando de algo mal hecho a los demás.
7. Todos merecemos respeto. Por ello cuando hagas un reclamo o una observación, hazlo de la mejor manera posible.
Las experiencias son importantes para cambiar la forma en que piensas o ves las cosas. Es caer y volver a levantarse, aprender de los errores, delimitar, enfrentar tus miedos 💪.
“La experiencia es una dura maestra porque te pone primero la prueba y luego la lección.” Vernon Saunders Law